A diferencia del IRPF, el rendimiento del IVA está resultando ser bajo debido a las reducciones aprobadas en respuesta a la crisis inflacionaria, tanto en la energía como en algunos alimentos básicos. Además, la débil demanda de los hogares está dificultando el aumento de las ventas. Durante los dos primeros meses del año, el IVA ha generado 840 millones de euros adicionales en recaudación en comparación con el mismo período de 2023, lo que representa un incremento del 4%.
Los ingresos por IVA también experimentaron un crecimiento del 4%, ascendiendo a 21.727 millones de euros. Sin embargo, este aumento se vio reducido en 442 millones debido a los tipos reducidos aplicados a los alimentos, que expiran a final de junio y cuya prórroga está sujeta a la evaluación del margen fiscal por parte de Hacienda.
Los impuestos especiales también han iniciado el año con dinamismo, impulsados por el crecimiento económico. Entre enero y febrero, su recaudación ha aumentado un 10%, lo que significa 300 millones de euros adicionales para las arcas públicas. Gran parte de este crecimiento proviene del impuesto sobre el tabaco, que el Gobierno ha vuelto a subir al comienzo del año. Además, el impuesto sobre plásticos de un solo uso, introducido en 2023, ya está generando algo más de 51 millones de euros entre enero y febrero.
En resumen, el año 2024 ha comenzado con un rápido crecimiento de los ingresos fiscales. Aunque es pronto para determinar si esta tendencia se mantendrá durante el resto del año, los analistas señalan una posible desaceleración del empleo y de los aumentos salariales que podrían frenar la recaudación del IRPF. Sin embargo, las reducciones fiscales deberían estimular la demanda interna, lo que permitiría que el IVA y los impuestos especiales compensen la desaceleración de los ingresos, manteniendo así la recaudación pública en niveles elevados.
(El Confidencial, 02-04-2024)