De acuerdo con su normativa reguladora, corresponde a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (en adelante Agencia Tributaria) la aplicación del sistema tributario estatal y del sistema aduanero. La actividad de la Agencia Tributaria ha estado marcada en los últimos años por un contexto económico y presupuestario afectado por la declaración de pandemia de 2020 y por el estallido de la guerra en Ucrania en 2022.
Lo primero supuso para la Agencia Tributaria el reto de acelerar los procesos de digitalización y de implantar en tiempo récord nuevos canales de comunicación y asistencia al contribuyente. El contexto bélico en Europa, por su parte, ha tenido como principal consecuencia económica el incremento de los precios, fundamentalmente por la tensión en los mercados energéticos.
A su vez, la movilización de los fondos europeos a través del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania y las diversas medidas adoptadas durante 2022 (Reales Decretos-leyes 6, 11, 14 y 20/2022) y 2023 (Reales Decretos-leyes 5 y 8/2023) han servido para paliar los efectos en el precio de la energía por la invasión de Ucrania.
Entre dichas medidas se han incluido una serie de ayudas cuya gestión ha sido atribuida a la Agencia Tributaria, lo que ha supuesto realizar todas las actuaciones de gestión, control y recaudación necesarias para su tramitación, actuaciones que superan las tradicionales competencias asignadas a la Agencia Tributaria y consumen un relevante volumen de recursos en términos de medios materiales y personales.