El sector agroalimentario tiene un valor estratégico para la economía española, no solo por su aportación al PIB y su proyección internacional sino también desde un punto de vista social y medioambiental, ya que provee a la población de bienes esenciales para su subsistencia, como quedó patente en los momentos más difíciles de la pandemia de COVID-19.
Ante ello, el Consejo de Ministros, en su reunión de 8 de febrero de 2022, a propuesta del Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, de la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, de la Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y de la Ministra de Ciencia e Innovación, ha aprobado un Acuerdo por el que se aprueba el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica Agroalimentario (PERTE Agroalimentario).
¿Qué es el PERTE?
Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), son una nueva figura de colaboración público y privada creada con vocación de permanencia que permite una gestión más ágil en el ámbito de del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia creados en el Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre.
Esta nueva figura resulta especialmente útil para reforzar los proyectos de inversión que contribuyan claramente al crecimiento económico, al empleo y a la competitividad de nuestro país. Se trata de proyectos de carácter estratégico, con un importante potencial de arrastre para el conjunto de la economía, que exigen la colaboración entre Administraciones, empresas y centros de investigación.
PERTE Agroalimentario
Este PERTE se concibe como un conjunto de medidas para reforzar el desarrollo de la cadena agroalimentaria y dotarla de las herramientas necesarias para afrontar los retos medioambientales, digitales, sociales y económicos de la próxima década. Por este motivo cuenta con programas gestionados por distintos ministerios desde Agricultura hasta Ciencia e Innovación. Además, dada la importancia del sector agroalimentario en el medio rural, se tiene en cuenta la contribución al reto demográfico como objetivo transversal del proyecto.
El proyecto contará con una inversión pública de unos 1.000 millones de euros hasta 2023, aunque se prevé que genere un impacto en la economía de unos 3.000 millones de euros. Por su capacidad de arrastre en distintos ámbitos, se espera que favorezca la creación de nuevos modelos de negocio, oportunidades laborales y ahorro en el tejido productivo, las economías domésticas y los presupuestos públicos.
El PERTE Agroalimentario asegura una serie de medidas y actuaciones basadas en líneas estratégicas para reforzar la triple sostenibilidad (económica, social y ambiental) del sector agroalimentario y de todos los agentes que forman parte de su cadena de valor. Dichas medidas son las que se destacan a continuación:
- Impulsar la transformación tecnológica de todo el sector, su desarrollo tecnológico, acelerar la transformación digital de los actores implicados, el uso del Big data y nuevas herramientas digitales y la adaptación al nuevo entorno impuesto por la economía digital.
- Profundizar en el suministro de alimentos sanos, seguros y saludables, asociado con procesos industriales que mejoren la descarbonización y minimicen su impacto en términos de sostenibilidad.
- Mejora de la dimensión y de la cohesión social del sector agroalimentario. Se trata de apoyar a los jóvenes, proteger a los segmentos más vulnerables, facilitar la incorporación de las mujeres, apuesta por la I+D y por la capacitación y formación continua.
- Impulsar el desarrollo de una economía circular y a reducir el impacto ambiental del sistema agroalimentario, fomentando un uso eficiente de los recursos naturales y la energía en la producción de alimentos, adoptando medidas en materia de transporte, almacenamiento, envasado y desperdicio de alimentos.
Estas medidas se vienen a configurar a partir de tres ejes prioritarios, que abordan actuaciones concretas en el ámbito del fortalecimiento de la industria agroalimentaria, de la digitalización de toda la cadena de valor de este sector y del impulso a la innovación, desarrollo e investigación ligada a la producción agroalimentaria. Estos tres ejes son:
- Paquete de apoyo específico para la industria agroalimentaria, con una dotación de 400 millones de euros, tiene como objetivo principal mejorar sus procesos de producción, vinculados con su competitividad, sostenibilidad y trazabilidad de la producción de alimentos.
- Medidas concretas para apoyar el proceso de adaptación digital, con una dotación de 454,35 millones de euros. El objetivo principal es que se extienda a todos los agentes que forman parte de su cadena de valor tales como agricultores y ganaderos y sus cooperativas, pequeñas y medianas empresas de producción, transformación y comercialización.
- Medidas específicas de apoyo a la innovación y la investigación, con una dotación presupuestaria de 148,56 millones de euros, siendo el objetivo lograr un sector agroalimentario competitivo en todos los eslabones.
La puesta en marcha de las medidas previstas en estos tres ejes va a contribuir a la transformación ambiental y digital del sector agroalimentario español y de los agentes que forman parte de su cadena de valor, en línea con los objetivos estratégicos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de la nueva Política Agrícola Común.
La Orden PCM/81/2022, de 9 de febrero por la que se publica en acuerdo de aprobación del PERTE Agroalimentario, hace referencia y se remite a una memoria descriptiva cuyo anexo puede consultarse en la dirección electrónica: